domingo, 12 de agosto de 2018

Título: La Dama del Lago
Título original: Pani jeziora
Saga: Saga del Brujo
Autor: Andrzej Sapkowski
Fecha de publicación: 1999

   Como ya había dicho, decidí analizar esta última novela en las dos partes que la editorial decidió dividir, por lo que esta es mi opinión de la segunda parte de La Dama del Lago. Algo que debo aclarar es que no me contendré en spoilers en este último libro, después de todo es el último de ocho novelas, sino han comenzado a leer la saga a este punto de mis análisis, en verdad no creo que estén interesados en leer esto. También, para aquellos que han jugado los videojuegos de CD Projekt Red, The Witcher, ya sabrán en buena medida elementos fundamentales del final de esta saga, más que nada por lo revelado en The Witcher II.
   Los videojuegos basados en el universo de Geralt de Rivia transcurren en una continuación no canónica de las novelas, al menos Andrzej Sapkowski ha declarado que los videojuegos no son una continuación que él tome en cuenta como verdadera. Aún así, los libros siguen siendo canónicos con los videojuegos y eso es importante. CD Projekt Red no fue la primera empresa en conseguir los derechos de los libros para desarrollar videojuegos, pero sí fue el primero en terminarlos y sacarlos al mercado, volviéndose un enorme éxito en la comunidad gamer, se convirtió en unos de los títulos más aplaudidos en los últimos años, siendo The Witcher 3 ganadora de múltiples premios. Muchos apuntan a que gracias a los videojuegos, el nombre Geralt de Rivia obtuvo enorme fama, tanto al punto que Netflix decidió tomar los derechos de los libros para adaptarlos como serie. Esto por supuesto es una conclusión que han sacado los fans, nada es oficial, aunque sí es cierto que Netflix no se ha molestado en ocultar que tendrán en cuenta los videojuegos para el aspecto visual de la serie. Por supuesto los libros de la Saga del Brujo tienen su propio y merecido renombre, también ganadora de múltiples premios, tanto polacos como internacionales. Esta es definitivamente una gran saga de alta y oscura fantasía.



   Como esta es la segunda parte no me molestaré en escribir un adelanto, en su lugar comenzaré rediciendo que la primera parte de esta novela fue una preparación para el clímax final de la saga, por lo que apenas comenzamos a leer nos introducimos directo a la Batalla de Brenna, con diferentes comandantes de los Reinos del Norte y de Nilfgaard llevando las riendas del protagonismo. Algunos de estos son ya conocidos para el lector, otros no, en verdad nada de esto importa mucho, lo importante será ver cómo esta batalla se desarrolla y concluye, siendo una batalla decisiva que logrará cambiar el curso de esta gigantesca guerra. Si bien esta batalla ya no se encuentra directamente relacionada a la trama principal, sigue siendo un elemento importante en el mundo de Geralt, ya que la narrativa de esta novela no sólo gira alrededor de los protagonistas, sino también de la composición del mundo, lo cual es vital para comprender mejor a los personajes y los mensajes que busca transmitir las novelas. También se puede decir con certeza que esto sigue formando parte indirectamente en la trama principal, después de todo el avance del ejercito de Nilfgaard podría cambiar las posibilidades de que Ciri logre huir de las manos del emperador, además de que el final de Geralt fue ocasionado por todos los males que quedaron tras la finalización de la guerra, por lo que la guerra aquí es definitivamente importante para la trama principal si bien a simple vista no lo parece.
   Nuevamente Sapkowski nos sigue narrando la historia en su particular estilo de introducirnos personajes terciarios para que nos informen de elementos importantes de los escenarios donde la trama avanza, siendo el escenario en este caso la Batalla de Brenna. Esta manera de introducirnos a la historia puede resultar un poco confusa, ya que Sapkowski no tendrá en cuenta ni tiempo ni espacio. De repente podemos estar varios años en el futuro en una escuela militar de Nilfgaard, escuchando a un joven explicar los acontecimientos de esta batalla en la clase de historia, para de repente regresar a la batalla en sí, para luego volver a transportarnos a otro futuro donde nos explicaran lo ocurrido desde otra perspectiva. De nuevo, ya a este punto debemos estar acostumbrados a este particular estilo, el cual personalmente me gusta, más que nada porque ha sido bastante consistente y porque también ayuda expresar el caos que es esta batalla. Verán, la narración que utiliza Andrzej para mostrarnos cómo avanza esta batalla es rápida y cambiante, dando varios saltos entre los distintos bandos pero también en el tiempo, lo cual deja un tono de completo caos al combate. Estaremos saltando de diferentes secciones de los ejercitos nilfgaardianos y norteños una y otra vez, además de regresar de vez en cuando a la enfermería para que así podamos ver trabajar a uno de los mejores personajes introducidos a último momento en esta saga de libros, el mediano Rusty. Su nombre verdadero es Milo Vanderbeck, y por dios que es tremendo personaje para leer, siendo un médico profesional que ya ha vivido muchas batallas a lo largo de su vida, nos traerá una rara perspectiva cruel y realista en alguien que sólo intenta salvar vidas, con tal vez algunas de las mejores citas de todos los libros, y acompañado de personajes que ya hemos visto anteriormente, como Iola y Shani. Y algo raro que debo decir a todo esto de la narrativa es que curiosamente las dos investigadoras del futuro sólo hacen una única aparición en esta parte de la novela, lo cual personalmente se siente un tanto extraño, debido a que ellas fueran introducidas precisamente en este libro y se les dio una muy larga intoducción, se siente raro que a la mitad de la historia desaparezcan por completo cuando en la primera mitad su participación era constante. Pero esto en realidad es una muy sabia decisión, ya que su regreso se siente con mayor impacto, dejando en el lector esta fuerte sensación de que algo malo va a ocurrir. Si tuviera que compararlo con algo es en la desaparición de la música en los videojuegos de terror, donde nuestra mente ya se ha acostumbrado a su presencia, por lo que cuando desaparece todos nuestros instintos nos gritan que algo ha cambiado y que no es bueno. La aparición repentina de estos personajes despierta los sentidos del lector y sus peores pensamientos, recordando que ellas temían de un final triste para el brujo, siendo un recordatorio para el lector de que no todo está terminado.
   Tras la finalización de la batalla y de la guerra, lo cual sabemos perfectamente debido a los constantes viajes hacia el futuro, regresamos con Ciri quien intenta rescatar a Yennefer, fallando y siendo encarcelada por Vilgefortz, donde minutos después llegan Geralt y su grupo, listos para matar a todos los que se interpongan en su camino. Pequeño detalle que me gustó mucho, el único soldado de Antillo que ha demostrado humanidad logra sobrevivir a todo esto, siendo este Boreas Mun. Por supuesto sobrevive de pura suerte ya que todos sus camaradas mueren y no es que Geralt lo haya perdonado por tener algo de consciencia, fue una cuestión de simple lástima ante el desconocido, poco tiene que ver su sentido de moral en esto, o puede que sí, ¿quién no dice que esto pudo haber sido resultado de sus buenas decisiones?, que el hecho que haya sobrevivido pudo ser ocasionado porque buenas acciones son recompensadas. El porque sobrevivió alguien como Boreas Mun es un detalle que me gusta mucho en esta saga de libros, siendo claro que el mensaje de Sapkowski es no dejar nada claro, que no existe nada definitivo, incluso el destino puede torcerse, porque hasta este momento, los buenos actos casi siempre han sido recompensados con desgracia y dolor, una inocencia que el mundo cruel en el que viven aplastara sin dudarlo. Sólo piensen que la razón por la cual Geralt muere fue por un último acto de heroísmo, seguido por una actitud compasiva, y su recompensa fue la muerte.
   Como dije, Andrzej se asegura de que su mundo no se guíe bajo una idea banal del bien y el mal, lo cual si se detienen a pensarlo, es la perfecta definición del protagonista. Toda la saga de libros, todo este mundo fantástico, son una perfecta representación de lo que es Geralt, por lo que el mundo representa a Geralt y Geralt al mundo. Pero regresando a la acción... mierda, todos mueren. Como dije al principio, no me contendría con los spoilers, y cada uno de los acompañantes de Geralt mueren dando pelea, muriendo de formas variadas también, porque la muerte de Milva por ejemplo, se sintió muy pacifica, casi como si fuera la conclusión que ella hubiera estado buscando, por otro lado la muerte de Cahir se sintió más impactante, no sólo porque muere de forma rápida de un espadazo proveniente de la mano de Bonhart (lo cual ayuda a resaltar más su aterradora presencia ahora al final de la historia), sino que además muere cumpliendo su deber o no cumpliéndolo, dependiendo de cómo lo veas. Este era su deber, venir a rescatar a Ciri y muere en manos del primero que amenaza con la vida de su amada, dejándola sola con ese monstruo. Por su lado, la muerte de Angouleme se siente triste, porque era tan joven como Ciri pero también es debido a que en verdad no debería de estar allí, ella no destacaba en nada especial como sus compañeros, es verdad que no le faltaba coraje y sabía defenderse, pero mientras que los otros tres compañeros lograron cosas importantes en esta lucha final, la muerte de Angouleme se siente innecesaria, lo cual le da un tono triste a su muerte, además del buen detalle de que tuvo la chance de sobrevivir a esto si se hubiera quedado en Toussaint como originalmente Geralt tenía planeado. Y por último Regis muere sencillamente de una manera horripilante, habiendo sido el personaje más noble y humano del grupo es el que peor se va de este mundo, no en paz o cumpliendo su deber o cayendo dormido, sino que en medio de gritos y aullidos mientras las llamas poco a poco lo consumen. La muerte de todo el grupo de Geralt no sólo sirve para impactar al lector, también sirve para volver a resaltar algo con respecto al elemento del destino de estas novelas, que el destino de alguien puede ser algo tan fuerte que terminará cambiando el de las personas que lo rodean, tal como vimos con Ciri donde toda persona que se acercaba a ella terminaba muriendo, y en este caso el destino sólo tenía asignado a Geralt a volver a reunirse con Ciri, todos los demás son innecesarios, ninguno de ellos estaba protegido por el llamado “destino”, por lo que la muerte será el final más probable para todos ellos.
   Por último las batallas contra los antagonistas principales, siendo para Ciri el cazador Bonhart y para Geralt y Yennefer el hechicero Vilgefortz, ambos son simplemente satisfacción violenta. No hay nada mejor que un cruento duelo entre espadas, siendo magnifico la manera en que Ciri termina el duelo al finalmente superar su miedo contra el peine de Kaer Morhen y utilizar lo aprendido para matar a Bonhart con un movimiento que él no pudo predecir, debido a que Ciri nunca lo había conseguido antes, el cazador no sabía que era capaz de algo así y tampoco la misma Ciri. Por su lado, Geralt y Yen son geniales de ver como pareja intentando matar al hechicero, siendo Yen la principal fuerza de choque y Geralt buscando acortar distancia para matarlo mientras se mantenía ocupado con Yen, pero Vilgefortz es sencillamente demasiado poderoso. Con esfuerzo, pero nunca contra la pared, logra derribar una y otra vez a la pareja. Sino fuera por la intromisión de Regis estos dos hubieran muerto. También el final inesperado es algo bien recibido, ya sabíamos que el collar nuevo de Geralt tenía varias funciones pero nunca vimos mucho, y hay algo bastante poético que la otra causa de la muerte de Vilgefortz haya sido su mal ojo, ocasionado por Ciri cuando este intentó adueñarse de ella. De nuevo, en esta historia el destino parece ser algo tan poderoso que ni siquiera alguien como Vilgefortz pudo superarlo, al haberse involucrado con Ciri buscando ser él quien moviera los engranajes del destino, este respondió ocasionando su muerte. Ambas batallas son geniales, tienen un fuerte significado para los personajes, en especial Ciri, y son una buena conclusión a todo esto que ha ocurrido.
   Finalmente el momento cúspide de toda la novela, la muerte de Geralt. Esto es algo que golpea aún con más fuerza al lector, ya hemos tenido premoniciones o mensajes de que la muerte estaba detrás del Lobo Blanco, pero al ser estos ambiguos uno siempre los toma como que la muerte le quita a sus seres queridos, cosa que parecía ser así con la muerte de todos sus compañeros que lo siguieron hasta el fin del mundo, pero al final la muerte mordió al propio Geralt. De nuevo debo resaltar el hecho de que todo esto se siente triste y típico por parte del protagonista, poco después de haberse preparado mentalmente para abandonar la espada y jurar que nunca volvería a trabajar en la profesión de brujo, lo cual en general significa que nunca más volvería a arriesgar su pellejo por otro, Geralt salta de inmediato con espada en mano cuando escucha a los inocentes enanos siendo asesinados por la turbia humana que se había formado en Rivia, y al demostrar compasión frente al pobre bastardo que quedó desarmado bajo su arma, fue esto lo que ocasiona que Geralt reciba un golpe fatal. De nuevo, Andrzej no deja nada sencillo, no todos los actos benevolentes serán recompensados con algo justo y no todas las muertes son iguales. Ahora, ¿recuerdan cuando dije que ni el mismo destino es algo absoluto en este mundo? Pues este parece ser el mejor ejemplo, porque tras la llegada de Triss, Yen y Ciri, siendo la magia de Triss lo que logra poner fin a la turba, todo los amigos de Geralt se reúnen bajo su cuerpo, intentando Yen desesperadamente de traerlo de vuelta a la vida, pero es sólo la magia de Ciri que logra llevarlos a ambos a un lugar en donde puedan vivir y descansar en paz, juntos, por el resto de sus vidas, de esa forma Geralt logra eludir las garras del destino de nuevo. Por supuesto hay mucho para interpretar aquí, uno puede interpretar esto como la llegada de Geralt al otro mundo, aunque esto es difícil de respaldar, en especial porque Geralt despierta con las heridas curándose. Honestamente no hay mucha explicación a lo que acaba de ocurrir, pero en este caso no está tan mal que la historia termine así, como un cuento, le da cierto toque único el misticismo de qué es este lugar donde ahora reposan. Aunque si bien esta manera de no brindar información me gusta al final de la novela, tampoco me gusta la inconsistencia de Andrzej en otras escenas, ocasionadas mayormente por su falta de explicación, tal como ocurre con Yen y Triss cuando la turba las acorrala. Es difícil de creer que Yen, alguien que estuvo desviando rayos y llamaradas por parte de Vilgefortz caiga por una pedrada, aunque de nuevo esto pudo ser porque Yen no buscaba matar a los humanos, también pudo ser a causa de que no se había recuperado del todo de su anterior pelea, o tal vez se distrajo, pero precisamente es eso lo que me molesta, podemos encontrar muchas razones por la cual Yen y Triss no pueden hacerle frente a estas personas, aún cuando la magia en este mundo se ha establecido como algo muy poderoso, ¿pero cuál de todas es? No puedo decir que esto sea un buen uso de la desinformación, de dejar algo a interpretación del lector, porque si bien la magia ha sido bastante bien explicada en este mundo, su uso se ha mostrado inconsistente de vez en cuando. Un buen uso de dejar algo a interpretación es la razón por la cual el emperador Emhyr deja libre a Ciri tras finalmente encontrarla, qué fue lo que lo motivo a tomar semejante decisión ¿Fue un cariño repentino al volver a ver a su hija?, ¿una sensación de culpa ante su fallecida esposa?, ¿o fue su moral al no estar dispuesto al incesto, incluso si se tratara del futuro del imperio? Emhyr a lo largo de la historia es un personaje difícil de leer, muchas veces no pareciendo humano. Actúa como el emperador perfecto, pero podemos ver inclinaciones raras de su parte, tan raras que él mismo las reconoce y también desconociendo las razones tras estas, por lo que su última acción con Ciri quedará como otro misterio en su persona, lo cual es un buen uso de este elemento.
   Al ser este la conclusión de esta historia, es en este volumen donde todos los personajes de importancia aparecen para establecer cuales serán sus roles en el futuro que le depara a este mundo, como por ejemplo, los Ardillas ya no poseen aliados ahora que el imperio los ha traicionado, no les queda de otra más que huir y esconderse en algún lugar olvidado, tal como podemos ver con el personaje de Isengrim Faoiltiarna, el Lobo de Acero. También podemos ver cómo son las relaciones entre los reinos del norte apenas la guerra termina, dejando a un lado las alianzas momentáneas para buscar el mayor beneficio de esta victoria, sin mencionar que esta "victoria" es tan sólo superficial, lo que nos revela Berengar Leuvaarden, miembro del Gremio de Mercaderes de Nilfgaard, es que en realidad esta es la victoria del imperio, ya que el estado en que quedaron los reinos del norte es lamentable, con sus campos, ganados y trabajadores destruidos por el paso del imperio, Nilfgaard ha dejado a los reinos dependientes de la compra de mercancías de otros países para restaurar sus tierras, de esa manera volviéndolos dependientes del imperio nilfgaardiano, siendo al final una imponente victoria para los sureños, y también nos revelan que este siempre fue el plan, al menos por parte del Gremio de Mercaderes. También tenemos una importante participación de la Logia de Hechiceras, que como siempre su ego las lleva a creer que son el bien absoluto, buscando controlar los reinos desde las sombras se aseguran de darnos un último dolor de cabeza al interponerse de nuevo en la vida de Ciri, Yennefer y Geralt. En serio que odio cada una de estos personajes (excepto Triss) al punto que les deseo la muerte.
   Y no podría terminar sin mencionar el destino de Dijkstra, el pobre bastardo que con toda honestidad buscaba lo mejor para su reino, pero como siempre, todo el mundo lo odia y menosprecia por no venir de alta cuna y por rodearse de espías. Al final Dijkstra logra escapar de la muerte al darse cuenta de que ha hablado demás y alguien ha enviado asesinos para liquidarlo, y sea quien sea debe ser alguien poderoso y de alta influencia para que puedan ingresar en la casa del espía sin mucho esfuerzo y este se vea obligado a irse del reino para siempre. Muchos apuntan a que esto fue ocasionado por la propia Phillipa, que en la última charla que se vio que tuvo con Dijkstra tal vez decidió que el espía sabía demasiado, lo cual tiene mucho sentido ya que la vieja lechuza siempre estuvo ocultándole información y utilizándolo a su antojo, además de que Phillipa es definitivamente ese tipo de persona que se deshace de quienes la ayudan una vez que se vuelven inútiles y poseen un cierto grado de peligro.
   Bueno, tras esto podemos dar por finalizado esta saga de libros, una saga que me gustó mucho por romper bastante el molde usado en los mundos de fantasía y experimentar con nuevas maneras de utilizar típicas temáticas de fantasía. Por supuesto tengo más de una queja por ciertas decisiones dadas por el autor, además de ciertas tendencias que posee, pero eso no desacredita todo lo logrado en estas novelas, lo cual es mucho. Es por eso que si son fan de novelas de fantasía recomiendo mucho esta saga de libros, en verdad disfrute leyéndolas.






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