Título original: Calamity
Saga: The
Reckoners
Autor: Brandon
Sanderson
Fecha de publicación: 16 de febrero, 2016
El último libro de la trilogía The Reckoners, Calamity, es la esperada conclusión de todos los acontecimientos que han ocurrido en la Tierra desde la aparición de la estrella roja nombrada Calamidad. Esta saga de libros ha alcanzado un buen número de ventas, tal como se esperaría viniendo de la popularidad de Brandon Sanderson, y ahora que se encuentra finalizada, la realización de la película por parte de Fox no debería tener ningún problema.
Con respecto a la traducción española de esta trilogía debo mencionar un problema que ha surgido en este último libro, y esta es la discordancia que existe con respecto al nombre del grupo de resistencia contra los Épicos, donde en los primeros dos libros el nombre del grupo conservo el título original en inglés, “Reckoners”, pero en Calamity decidieron traducir este nombre a “Exploradores”, que me temo que es una traducción que sólo toma un aspecto que posee la palabra original, habiendo mucho más simbolismo en el uso de la palabra por parte de los personajes al elegir este título como el nombre de su grupo. Desconozco el porqué de este cambio, puede que fuera ocasionado por el cambio de traductores, pero es la única queja que tengo con respecto a la edición dada por Nova, lo demás se mantiene fuerte en la traducción, siendo esta muy buena.
Bueno, tras todo lo ocurrido en el anterior libro y lo que ocurre en este, queda bastante claro que Brandon sabe lo que hace desde el principio. No sé hasta qué punto él planea la evolución de los eventos que ocurrirán en la historia que escribe hasta llegar al final, pero obviamente él piensa en los puntos más importantes que harán que la historia se mantenga interesante o que cambie por completo sin sentirse forzada, siendo de hecho todo lo contrario, cada nueva revelación que cambia la forma de ver al mundo por parte de David, y en consecuencia la del lector, actúan como piezas faltantes de un rompecabezas que creíamos ya saber cuál es la imagen que forma, para luego darnos cuenta de que no, de que la imagen es algo más complicado y que al mismo tiempo tiene más sentido. Cada nueva información que nos dan le brinda a David la posibilidad de pensar más profundamente de lo que ocurre en el mundo y del cómo cambiarlo, teniendo, como ya dije en mi ejemplo, las cosas que ocurren en el planeta más sentido. Todo esto demuestra que la manera de contar la historia por parte de Sanderson es magnífica, siempre manteniendo la trama interesante o excitante, nunca sintiéndose que pierda el tiempo en cosas irrelevantes, todo avanza bastante rápido, casi como si estuvieras leyendo un comic (de nuevo, un ejemplo que ya he usado en el pasado, pero es que es una perfecta forma para describir la narrativa en estos libros).
También debo volver a mencionar lo original de sus ideas, ya la temática de un mundo donde sólo hay super villanos es algo que no se escucha seguido, en especial en el género de superhéroes, y además los propios poderes de los Épicos son bastante peculiares e imaginativos. No todos por supuesto, pero al menos lo que es asegurado es que posean una interesante debilidad que refleja más de la propia persona de lo que uno cree o incluso de lo que los propios Épicos creen. Con este nuevo descubrimiento quería más que nada mencionar la revelación de la verdadera naturaleza de los poderes de Megan, no siendo sólo simples ilusiones, pero actuando como los mismos, siendo uno de los poderes más originales que he visto en mucho tiempo, y la manera en que los poderes de Megan completarán la historia en este libro es sumamente inteligente, es por eso que insisto en que Sanderson debe planear los detalles más importantes desde el principio de la historia, y no sólo eso, el uso que le da a los personajes es muy gratificante.
Los personajes que hemos visto en la saga de The Reckoners se han mostrado coloridos, y con esto quiero decir de que cada uno tiene su propio color o su propia gama de colores que los diferencian bastante bien del resto, volviendo a cada uno de ellos únicos en la historia, logrando dar un buen impacto en el lector por más que participen poco en la trama. Basta con decir que incluso sino recuerdas el nombre de todos, podrás reconocerlos sólo por la manera de ser de ellos. Son difíciles de olvidar y quiero resaltar esto porque en muchos libros que he leído, a veces cuesta recordar a algunos personajes aún siendo dichos personajes fundamentales para la trama, pero al ser nada llamativos o no muy distintos de otros personajes, uno suele olvidarse fácilmente de que existían o incluso uno se confunde y cree que dos personajes son el mismo. Pero regresando al tema en cuestión, los Reckoners son ricos en su personalidad, logrando incluso sentirse que se completan los unos a los otros como equipo, y sin importar que tan raros sean, son profesionales, eso es algo que me gusta mucho, que incluso los personajes más cómicos y ridículos logran cumplir con su tarea profesionalmente. También cada personaje participa en la historia de manera ideal, siempre aportando lo que pueden llegar a aportar y en este libro en particular van más allá de eso y logran robar protagonismo. Esto, tristemente, sólo se encuentra limitado por el tipo de narrativa que usa el libro, que es interna, por lo que a no ser que tengamos a David presente para describirnos el escenario, algunos de los mejores momentos por parte de Cody y Abraham nos lo perdemos porque David no se encuentra presente. Es uno de los puntos débiles que presenta este libro en particular, porque tanto en Steelheart y en Firefight las mejores “peleas” o escenas de acción en general, son protagonizadas por David, por lo que no se pierde mucho en esos libros, pero aquí, es sencillamente una lástima.
Tal como hemos visto en los dos anteriores títulos, aquí el escenario cambia a otra ciudad modificada por los poderes de algún Épico, esta vez es la ciudad andante Atlanta, la cual es tan curiosa como Babilar o Chicago Nova. También, tal y como ocurrió en los dos anteriores libros, el aprender cómo es el estilo de vida de las personas al adaptarse a este raro habitad es interesante de leer, aunque a diferencia de los dos anteriores títulos, aquí no le dedicamos mucho tiempo a ese aspecto. Definitivamente en Steelheart hubo más explicaciones de cómo funcionaba Chicago Nova, lo cual tiene sentido ya que es allí donde David, nuestro narrador, vivió toda su vida; mientras que en Firefight la rara ciudad de Babilar era tan distinta a Chicago que David buscó mucho intentar comprenderla; aquí la ciudad de Atlanta se resume con ser similar a Chicago Nova y con eso ya no es tan necesario ir a detalles.
Otro aspecto que es idéntico a los anteriores libros es la sensación de inseguridad, de que nuestros personajes se encuentran en un constante juego del gato y del ratón. Cada vez que llegan a una nueva ciudad buscando matar a otro Épico, aunque en este caso es a rescatar a uno, dicho Épico se muestra como un ente divino intocable y sólo mediante la constante investigación y planeación podrán tener una chance para poder derrotarlo, pero francamente, hasta allí llegan las similitudes, el desarrollo del plan es siempre diferente. Contra Steelheart el plan funcionó básicamente como habían planeado, habiendo caído en un par de trampas por parte del Épico pero logrando superarlo tácticamente siempre. Sin embargo, contra Regalia estuvieron moviéndose siempre en la palma de la mano de la Épica, creyendo tener el control de la situación cuando en realidad actuaron exactamente como Regalia había planeado, y ahora con el Profesor será una situación peor, ya que ellos saben cómo piensa el Profesor pero el Profesor sabe como ellos piensan, por lo que esto se transformará en un partido de ajedrez, buscando cada grupo adelantarse a los movimientos del otro al predecir que planea hacer. Esta sensación hormigueante la puede sentir el lector muy fácilmente, y no sólo hablo del impacto emocional por ver a los personajes que hemos estado leyendo por dos libros ser enemigos ahora, sino que sencillamente estamos completamente consientes de qué tan peligroso es todo esto para los Reckoners, de tener a alguien como el Profesor como enemigo. Todo esto ayuda a aumentar la tensión en el ambiente mientras lees, incluso cuando no está ocurriendo nada y nuestros personajes se mantienen ocultos, yo personalmente tenía la sensación de que en cualquier momento el Profesor podría aparecer alegando que él conoce exactamente cómo piensan.
Siendo este el último libro, es importante hablar de las conclusiones a todo lo que ha ocurrido, de las respuestas que nos dieron a las preguntas que nos hemos estado haciendo y ver si dichas respuestas son satisfactorias. ¿Qué es Calamity?, ¿qué ocurrirá con Obliteration?, ¿cómo funcionan las debilidades de los Épicos?, ¿cuáles eran los planes de Regalia?, y muchas otras preguntas que surgen en este libro. Dichas respuestas, al menos personalmente, son muy satisfactorias, ya que como ya he dicho, todas estas revelaciones se sienten como las piezas faltantes a este gigantesco rompecabezas, si bien algunas respuestas han quedado un tanto ambiguas, el mensaje que busca transmitir el libro es bastante claro, porque durante toda esta travesía se ha cuestionado constantemente la moralidad y verdadera naturaleza humana con respecto al comportamiento Épico, porque aún con sus habilidades divinas, los Épicos siguen siendo humanos. Con todo esto dicho el mensaje que transmite el libro es bastante maduro, esperanzador y claro, la historia concluye con un buen sabor de boca, con todas nuestras inseguridades siendo desplazadas por una clara respuesta. Con todo esto dicho tengo una pequeña queja con respecto al tono del final, así que en este último párrafo voy a dar fuertes spoilers.
Pues dicho de forma simple, lo sentí demasiado perfecto para David, no sólo logró salvar el mundo, no sólo consiguió exactamente lo que quería al salvar al Profesor, no sólo se quedó con la chica sexy, sino que además recuperó a su padre, que si bien algunos de ustedes pueden decirme que el verdadero padre de David está muerto y la pérdida sigue estando allí, en verdad poco importa porque todas estas cuestiones existenciales con respecto a universos paralelos David las ignora, simplemente decide disfrutar del regreso de su padre como el héroe que siempre vio en él, lo cual admito que es un final poético en más de un sentido, pero es que siento que es demasiado perfecto para David, en especial cuando vemos al pobre Jonathan teniendo que vivir el resto de su vida con la sangre de la mujer que alguna vez amo en sus manos, es un final demasiado oscuro para un personaje como el Profesor, mientras que con David al final no se siente que haya perdido nada. Con esto no quiero decir que el final sea exactamente malo, ni tampoco es que esté insinuando que un final feliz sea un final pobre, este es un final bastante satisfactorio, es sólo que se siente bastante desequilibrado y de nuevo, al verse tan perfecto se siente como un final muy holliwoodense, muy perfecto para el protagonista, al punto que no se siente real o creíble. Este es el mayor punto débil de toda esta trilogía y de este libro en particular, y sé que Brandon suele dar finales como este, finales felices, pero normalmente se sienten enormes pérdidas por parte del protagonista, como ocurre en Elantris, pero aún con esto, la historia se mantiene fuerte.
Así que, a pesar de las cosas que no me convencieron del todo, estas quedan como pequeñas minucias comparadas con toda la genialidad puesta en esta saga de libros, porque no se me ocurre mejor palabra para describir esta trilogía como genial. Genial acción, genial trama, genial personajes; en general es una entretenida travesía, tratando de cómo un personaje crece teniendo que afrontar la vida que cruelmente le tocó vivir, teniendo que aferrarse a algo para seguir adelante y como en su recorrido crece, madura y pone sus nuevos objetivos más altos que nunca. Es una genial historia, es por ello que lo recomiendo a todo el mundo que le guste la ciencia ficción y superpoderes, léanlo, no se arrepentirán.
Fecha de publicación: 16 de febrero, 2016
El último libro de la trilogía The Reckoners, Calamity, es la esperada conclusión de todos los acontecimientos que han ocurrido en la Tierra desde la aparición de la estrella roja nombrada Calamidad. Esta saga de libros ha alcanzado un buen número de ventas, tal como se esperaría viniendo de la popularidad de Brandon Sanderson, y ahora que se encuentra finalizada, la realización de la película por parte de Fox no debería tener ningún problema.
Con respecto a la traducción española de esta trilogía debo mencionar un problema que ha surgido en este último libro, y esta es la discordancia que existe con respecto al nombre del grupo de resistencia contra los Épicos, donde en los primeros dos libros el nombre del grupo conservo el título original en inglés, “Reckoners”, pero en Calamity decidieron traducir este nombre a “Exploradores”, que me temo que es una traducción que sólo toma un aspecto que posee la palabra original, habiendo mucho más simbolismo en el uso de la palabra por parte de los personajes al elegir este título como el nombre de su grupo. Desconozco el porqué de este cambio, puede que fuera ocasionado por el cambio de traductores, pero es la única queja que tengo con respecto a la edición dada por Nova, lo demás se mantiene fuerte en la traducción, siendo esta muy buena.
“Tras
el final inesperado de la guerra levantada en Babilar entre los
Reckoners y la Épica, Regalia, David Charleston debió aceptar una
enorme perdida, pero también una gran victoria. Con la pérdida de
un querido amigo y el nacimiento del más terrible enemigo que podría
haberse imaginado, la aparición de uno de los aliados más poderosos
que David esperaba profundamente conseguir le trajo nueva esperanza
junto al amanecer. Jonathan
Phaedrus, líder de los Reckoners, ha caído en la oscuridad de su
naturaleza épica, derribando toda ilusión por parte de David de que
el Profesor se convirtiera en el Épico que la humanidad ha estado
esperando, convirtiéndose en el principio del fin de los Reckoners,
pero cuando todo parecía perdido, Megan, la Épica Firefight,
regresa controlando por completo sus poderes y logrando hacer
retroceder al Profesor, dándoles una victoria temporal contra el
ahora Limelight. David, Megan y los Reckoners deberán actuar si
quieren tener alguna posibilidad de hacerle frente al Profesor, aún
más si lo que desean es recuperarlo, no matarlo.”
Bueno, tras todo lo ocurrido en el anterior libro y lo que ocurre en este, queda bastante claro que Brandon sabe lo que hace desde el principio. No sé hasta qué punto él planea la evolución de los eventos que ocurrirán en la historia que escribe hasta llegar al final, pero obviamente él piensa en los puntos más importantes que harán que la historia se mantenga interesante o que cambie por completo sin sentirse forzada, siendo de hecho todo lo contrario, cada nueva revelación que cambia la forma de ver al mundo por parte de David, y en consecuencia la del lector, actúan como piezas faltantes de un rompecabezas que creíamos ya saber cuál es la imagen que forma, para luego darnos cuenta de que no, de que la imagen es algo más complicado y que al mismo tiempo tiene más sentido. Cada nueva información que nos dan le brinda a David la posibilidad de pensar más profundamente de lo que ocurre en el mundo y del cómo cambiarlo, teniendo, como ya dije en mi ejemplo, las cosas que ocurren en el planeta más sentido. Todo esto demuestra que la manera de contar la historia por parte de Sanderson es magnífica, siempre manteniendo la trama interesante o excitante, nunca sintiéndose que pierda el tiempo en cosas irrelevantes, todo avanza bastante rápido, casi como si estuvieras leyendo un comic (de nuevo, un ejemplo que ya he usado en el pasado, pero es que es una perfecta forma para describir la narrativa en estos libros).
También debo volver a mencionar lo original de sus ideas, ya la temática de un mundo donde sólo hay super villanos es algo que no se escucha seguido, en especial en el género de superhéroes, y además los propios poderes de los Épicos son bastante peculiares e imaginativos. No todos por supuesto, pero al menos lo que es asegurado es que posean una interesante debilidad que refleja más de la propia persona de lo que uno cree o incluso de lo que los propios Épicos creen. Con este nuevo descubrimiento quería más que nada mencionar la revelación de la verdadera naturaleza de los poderes de Megan, no siendo sólo simples ilusiones, pero actuando como los mismos, siendo uno de los poderes más originales que he visto en mucho tiempo, y la manera en que los poderes de Megan completarán la historia en este libro es sumamente inteligente, es por eso que insisto en que Sanderson debe planear los detalles más importantes desde el principio de la historia, y no sólo eso, el uso que le da a los personajes es muy gratificante.
Los personajes que hemos visto en la saga de The Reckoners se han mostrado coloridos, y con esto quiero decir de que cada uno tiene su propio color o su propia gama de colores que los diferencian bastante bien del resto, volviendo a cada uno de ellos únicos en la historia, logrando dar un buen impacto en el lector por más que participen poco en la trama. Basta con decir que incluso sino recuerdas el nombre de todos, podrás reconocerlos sólo por la manera de ser de ellos. Son difíciles de olvidar y quiero resaltar esto porque en muchos libros que he leído, a veces cuesta recordar a algunos personajes aún siendo dichos personajes fundamentales para la trama, pero al ser nada llamativos o no muy distintos de otros personajes, uno suele olvidarse fácilmente de que existían o incluso uno se confunde y cree que dos personajes son el mismo. Pero regresando al tema en cuestión, los Reckoners son ricos en su personalidad, logrando incluso sentirse que se completan los unos a los otros como equipo, y sin importar que tan raros sean, son profesionales, eso es algo que me gusta mucho, que incluso los personajes más cómicos y ridículos logran cumplir con su tarea profesionalmente. También cada personaje participa en la historia de manera ideal, siempre aportando lo que pueden llegar a aportar y en este libro en particular van más allá de eso y logran robar protagonismo. Esto, tristemente, sólo se encuentra limitado por el tipo de narrativa que usa el libro, que es interna, por lo que a no ser que tengamos a David presente para describirnos el escenario, algunos de los mejores momentos por parte de Cody y Abraham nos lo perdemos porque David no se encuentra presente. Es uno de los puntos débiles que presenta este libro en particular, porque tanto en Steelheart y en Firefight las mejores “peleas” o escenas de acción en general, son protagonizadas por David, por lo que no se pierde mucho en esos libros, pero aquí, es sencillamente una lástima.
Tal como hemos visto en los dos anteriores títulos, aquí el escenario cambia a otra ciudad modificada por los poderes de algún Épico, esta vez es la ciudad andante Atlanta, la cual es tan curiosa como Babilar o Chicago Nova. También, tal y como ocurrió en los dos anteriores libros, el aprender cómo es el estilo de vida de las personas al adaptarse a este raro habitad es interesante de leer, aunque a diferencia de los dos anteriores títulos, aquí no le dedicamos mucho tiempo a ese aspecto. Definitivamente en Steelheart hubo más explicaciones de cómo funcionaba Chicago Nova, lo cual tiene sentido ya que es allí donde David, nuestro narrador, vivió toda su vida; mientras que en Firefight la rara ciudad de Babilar era tan distinta a Chicago que David buscó mucho intentar comprenderla; aquí la ciudad de Atlanta se resume con ser similar a Chicago Nova y con eso ya no es tan necesario ir a detalles.
Otro aspecto que es idéntico a los anteriores libros es la sensación de inseguridad, de que nuestros personajes se encuentran en un constante juego del gato y del ratón. Cada vez que llegan a una nueva ciudad buscando matar a otro Épico, aunque en este caso es a rescatar a uno, dicho Épico se muestra como un ente divino intocable y sólo mediante la constante investigación y planeación podrán tener una chance para poder derrotarlo, pero francamente, hasta allí llegan las similitudes, el desarrollo del plan es siempre diferente. Contra Steelheart el plan funcionó básicamente como habían planeado, habiendo caído en un par de trampas por parte del Épico pero logrando superarlo tácticamente siempre. Sin embargo, contra Regalia estuvieron moviéndose siempre en la palma de la mano de la Épica, creyendo tener el control de la situación cuando en realidad actuaron exactamente como Regalia había planeado, y ahora con el Profesor será una situación peor, ya que ellos saben cómo piensa el Profesor pero el Profesor sabe como ellos piensan, por lo que esto se transformará en un partido de ajedrez, buscando cada grupo adelantarse a los movimientos del otro al predecir que planea hacer. Esta sensación hormigueante la puede sentir el lector muy fácilmente, y no sólo hablo del impacto emocional por ver a los personajes que hemos estado leyendo por dos libros ser enemigos ahora, sino que sencillamente estamos completamente consientes de qué tan peligroso es todo esto para los Reckoners, de tener a alguien como el Profesor como enemigo. Todo esto ayuda a aumentar la tensión en el ambiente mientras lees, incluso cuando no está ocurriendo nada y nuestros personajes se mantienen ocultos, yo personalmente tenía la sensación de que en cualquier momento el Profesor podría aparecer alegando que él conoce exactamente cómo piensan.
Siendo este el último libro, es importante hablar de las conclusiones a todo lo que ha ocurrido, de las respuestas que nos dieron a las preguntas que nos hemos estado haciendo y ver si dichas respuestas son satisfactorias. ¿Qué es Calamity?, ¿qué ocurrirá con Obliteration?, ¿cómo funcionan las debilidades de los Épicos?, ¿cuáles eran los planes de Regalia?, y muchas otras preguntas que surgen en este libro. Dichas respuestas, al menos personalmente, son muy satisfactorias, ya que como ya he dicho, todas estas revelaciones se sienten como las piezas faltantes a este gigantesco rompecabezas, si bien algunas respuestas han quedado un tanto ambiguas, el mensaje que busca transmitir el libro es bastante claro, porque durante toda esta travesía se ha cuestionado constantemente la moralidad y verdadera naturaleza humana con respecto al comportamiento Épico, porque aún con sus habilidades divinas, los Épicos siguen siendo humanos. Con todo esto dicho el mensaje que transmite el libro es bastante maduro, esperanzador y claro, la historia concluye con un buen sabor de boca, con todas nuestras inseguridades siendo desplazadas por una clara respuesta. Con todo esto dicho tengo una pequeña queja con respecto al tono del final, así que en este último párrafo voy a dar fuertes spoilers.
Pues dicho de forma simple, lo sentí demasiado perfecto para David, no sólo logró salvar el mundo, no sólo consiguió exactamente lo que quería al salvar al Profesor, no sólo se quedó con la chica sexy, sino que además recuperó a su padre, que si bien algunos de ustedes pueden decirme que el verdadero padre de David está muerto y la pérdida sigue estando allí, en verdad poco importa porque todas estas cuestiones existenciales con respecto a universos paralelos David las ignora, simplemente decide disfrutar del regreso de su padre como el héroe que siempre vio en él, lo cual admito que es un final poético en más de un sentido, pero es que siento que es demasiado perfecto para David, en especial cuando vemos al pobre Jonathan teniendo que vivir el resto de su vida con la sangre de la mujer que alguna vez amo en sus manos, es un final demasiado oscuro para un personaje como el Profesor, mientras que con David al final no se siente que haya perdido nada. Con esto no quiero decir que el final sea exactamente malo, ni tampoco es que esté insinuando que un final feliz sea un final pobre, este es un final bastante satisfactorio, es sólo que se siente bastante desequilibrado y de nuevo, al verse tan perfecto se siente como un final muy holliwoodense, muy perfecto para el protagonista, al punto que no se siente real o creíble. Este es el mayor punto débil de toda esta trilogía y de este libro en particular, y sé que Brandon suele dar finales como este, finales felices, pero normalmente se sienten enormes pérdidas por parte del protagonista, como ocurre en Elantris, pero aún con esto, la historia se mantiene fuerte.
Así que, a pesar de las cosas que no me convencieron del todo, estas quedan como pequeñas minucias comparadas con toda la genialidad puesta en esta saga de libros, porque no se me ocurre mejor palabra para describir esta trilogía como genial. Genial acción, genial trama, genial personajes; en general es una entretenida travesía, tratando de cómo un personaje crece teniendo que afrontar la vida que cruelmente le tocó vivir, teniendo que aferrarse a algo para seguir adelante y como en su recorrido crece, madura y pone sus nuevos objetivos más altos que nunca. Es una genial historia, es por ello que lo recomiendo a todo el mundo que le guste la ciencia ficción y superpoderes, léanlo, no se arrepentirán.