sábado, 26 de mayo de 2018


Título: La Torre de la Golondrina
Título original: Wieża jaskółki
Saga: Saga del Brujo
Autor: Andrzej Sapkowski
Fecha de publicación: 1997

   La Torre de la Golondrina es el sexto libro perteneciente a la Saga del Brujo, escrita por el escritor polaco Andrzej Sapkowski, en el cual se continuan las aventuras del brujo Geralt de Rivia, un cazador de monstruos, así como de la hechicera Yennefer de Vengerberg, y de Cirilla de Cintra, la Niña de la Antigua Sangre, destinada a un gran futuro, a cambiar el mundo tal y como lo conocemos, la Señora de Mundos.
   Mientras que el anterior libro se centró mayormente en Geralt, en este tomo la historia girará fuertemente en Ciri, finalmente sintiéndose que la trama principal avanza, y avanza a gran velocidad. Con la aparición de Ciri, la adrenalina puede sentirse de regreso en las páginas; con la acción, el peligro y el combate apareciendo constantemente. La Torre de la Golondrina es el libro donde todo se siente más acelerado y en donde finalmente puede sentirse que la profecía de Ithlinne está a punto de dar inicio.










"Tras la victoria de Geralt y sus camaradas en el puente luchando contra la avanzada nilfgaardiana, Geralt fue nombrado oficialmente caballero de Rivia por la mano de Meve, reina de Lyria y Rivia, siendo una de las más grandes ironías por las que ha vivido Geralt. Sin embargo, las responsabilidades que conllevan el ser un caballero oficial son algo que Geralt no quiere lidiar, por lo que ahora él y sus amigos deben volver al camino, continuando su búsqueda de los druidas de Caed Dhu para que le den alguna pista del paradero de Ciri. Mientras tanto el rastro de Yennefer parece haberse desaparecido tras su desesperado y arriesgado intento de escapar a la Logia de las Hechiceras lideradas por Philippa Eilhart, pero en los puertos de Skellige se ha estado corriendo un rumor de que un barco pesquero vio como una mujer caía desde los cielos hasta el mar.
El ermitaño Vysogota se encontraba haciendo su recorrido de todos los días, caminando a través del pantano en el cual vivía, revisando las trampas para ver si algún animal había caído presa, pero se topó con algo que nunca había esperado encontrarse, una yegua mora, hermocisima, relinchando en medio del pantano, algo que era ya imposible que ocurriera estando donde se encontraba, mas era poco comparado con lo que la yegua se encontraba protegiendo, el cuerpo de una jovencita de pelo blanco, cubierto de sangre. Vysogota alguna vez fue médico, por lo que mantuvo la calma y al examinar el cadáver se dio cuenta de que la muchacha seguía con vida, pero desconocía si en su choza tendría los medios para salvarla."




   La Torre de la Golondrina es mi libro preferido de toda la Saga del Brujo, más que nada porque le dan un enorme protagonismo a Cirilla, logrando sentirse un aura de personaje principal, quiero decir, Ciri siempre fue un personaje principal, pero siento que fue recién en Tiempo de Odio donde pudimos ver a una Ciri siendo independiente y sobreviviendo en este mundo a base de sus propios medios. En este libro hay mucho más de eso, de hecho, hay más que eso, porque es a partir de La Torre de la Golondrina que Ciri se dará cuenta de que no puede huir de su destino y mucho menos ocultarse, deberá hacerle frente a lo que el universo le ha tenido preparado desde hace ya miles de años. Es en este libro que otros de los aspectos deconstructivos de la Saga del Brujo con respecto a los elementos típicos de fantasía vuelve a estar presente con más fuerza. En simples palabras, Ciri es la protagonista de la historia, después de todo tiene el papel de ser la elegida de la leyenda, característica que decae en el héroe de la aventura de toda historia de fantasía, siendo el cumplimiento de la profecía el principal objetivo del héroe, aquello por lo que lucha esperando poder estar a la altura para que se cumpla, pero aquí no es el caso. Ya se ha establecido en más de una ocasión el esfuerzo de los personajes en esta novela por ir en contra del destino y de cómo estos no pueden hacer nada para evitar lo que se debe cumplir, o al menos es el pensamiento que deja todo el arco de la Niña de la Sorpresa de Geralt, por lo que ahora vemos a Ciri intentando luchar contra su destino, o mejor dicho, ocultarse de él, pero el destino toma muchas formas para asegurarse de que se cumplan sus planes, y la forma que decidió tomar esta vez es la de un cazador de recompensas, Leo Bonhart.


   Antes de hablar más a fondo de Bonhart quiero hablar acerca de que Ciri no es la única protagonista de este libro. Como suele suceder en la manera de narrar que tiene Sapkowski, los acontecimientos del libro serán presentados a través de distintos personajes y creo que este es el libro que mejor consigue esto o que al menos lo hace con los personajes que más me han gustado leer. Geralt de Rivia continua buscando a Ciri sin saber dónde se encuentra, sólo conociendo que se encuentra en un inminente peligro, estando sus pesadillas empeorando y empeorando, hasta logrando perder de vez en cuando la fe en su cruzada. Lo bueno es que sus amigos se encuentran allí para motivarlo, para decirle que no se rinda, alentando a continuar en esta misión y no haciéndolo sólo por él, sino que también por ellos mismos, porque fueron ellos que decidieron acompañar al brujo en su misión, abandonando sus estilos de vida sólo porque vieron una buena causa por la cual arriesgarse. Ahora ellos ya forman parte de la misión tanto como Geralt y desean verla cumplida tanto como el brujo, en especial Cahir, muchacho que ha demostrado un fuerte y genuino deseo de rescatar a Ciri. Pero a los demás personajes no hay que menospreciarlos, Jaskier, Milva y Regis siguen formando parte de este grupo y cada uno es un personaje con una rica personalidad que contribuyen a la historia a su manera, y yo realmente disfruto leer de este equipo. No es ninguna gran sorpresa contarles que este grupo se enfrentará a todo tipo de problemas en este libro, por suerte todo esto se encuentra relacionado con la trama principal en alguna que otra medida, ayudando a sentir que finalmente el equipo de Geralt avanza, y lo más importante de todo, es en este libro donde se marcará un antes y un después en el estilo de vida y pensamiento de Geralt.
   El otro personaje que finalmente le dan más protagonismo es Yennefer. Su regreso en el anterior libro fue una gran sorpresa que ayudó a responder algunas cuantas preguntas, estableciendo al personaje como alguien que en verdad quiere ayudar a Ciri a causa de los lazos sentimentales que posee ahora por la muchacha, algo que hasta el momento no había quedado claro para el lector, debido a que las motivaciones de Yen siempre se vieron un tanto engañosas y la personaje ya es conocida por tener un fuerte deseo de poder. Ahora Yennefer hará hasta lo imposible para salvar a Ciri, dejando su orgullo a un lado arriesgará su vida una y otra vez; ya el escape que realizó de las garras de la Logia fue muy peligroso, lo cual personalmente me encantó, el hecho de que Yennefer se sintiera asqueada por los objetivos y la forma de ser de la Logia y se fuera de allí lo antes posible, no dejándose manipular como otras hechiceras, más específicamente como Triss Merigold, quien Yen aún considera una amiga, pero estando del lado de la Logia no le queda de otra más que oponersele y evitar todo contacto con ella si es posible. Y muy parecido a Geralt, Yen tendrá que afrontar retos que pondrán a prueba su manera de ser y pensar. Finalmente el último personaje que cumple el objetivo de actualizarnos en el estado de la guerra entre los reinos del norte contra Nilfgaard es Dijkstra. No daré muchos detalles de qué es lo que planea el encargado de inteligencia de Redania, pero sí puedo decir que sus planes y participación serán de suma importancia para la guerra, dándole su momento para brillar como personaje de esta novela y demostrando que Dijkstra es alguien de temer, porque con tantos hechiceros en este mundo, personajes que no utilicen la magia se sienten menos capaces de contribuir en algo.
   Por supuesto otros personajes son importantes para el desarrollo de esta historia. Viejos enemigos menores
aparecen para tomar las riendas del asunto con sus propias manos, lo interesante es que dichos personajes deben entrar en contacto los unos con los otros y surgen desacuerdos, lo cual les da más personalidad a dichos enemigos, porque si estos simplemente hubieran aceptado una alianza porque son los malos de la novela, eso le hubiera quitado carácter no sólo a ellos como personajes, sino al libro en sí mismo como historia. Algunos de estos enemigos irán tras de Ciri, lo cual explicará porque ella quedó tan mal herida, ocurriendo toda la historia de la joven bruja en flashbacks, teniendo una narrativa muy parecida al primer libro, y de hecho, esto es algo que me gusta. Lo último que vimos de Ciri es que se encontraba con los Ratas, habiendo abandonado su nombre por el de Falka, cometiendo crímenes y asesinatos sin ningún tipo de remordimiento. Para ser francos hasta con cierto placer. Tal parecía que Ciri en verdad había abandonado su pasado, pero Antillo, Stefan Skellen, contrató a un mercenario con el nombre de Leo Bonhart para asesinar a la muchacha y a la banda de ladrones que forma parte, demostrando que existe un conflicto interno en el gobierno de Nilfgaard, y siendo esto lo último que supimos del futuro de Falka y los Ratas. Ahora la pregunta que choca al lector es "¿Qué fue lo que ocurrió?", un buen método para comenzar un capítulo nuevo en esta saga de libros, ya habiendo conocido a los personajes y teniendo una clara idea de la situación, un salto al futuro de este tipo le da un giro de 180º a la historia. Hay algunas personas que no les gusta este método, básicamente porque sienten que se están salteando parte de la historia que debería de surgir naturalmente, además de que esto arruina la sensación de peligro al ya saber en cierta forma el desenlace de lo ocurrido una vez que nos empiezan a relatar qué fue lo que ocurrió, al menos ya sabemos que quien narra está con vida. De cualquier forma, personalmente creo que en este libro esta forma de narración sigue teniendo efecto ya que no es el mismo caso visto en Tiempo de Odio, donde la batalla entre Geralt y Vilgefortz fue arruinada por completo sin ningún buen motivo, allí vimos un mal uso de este tipo de narración, aquí personalmente siento que se utiliza de la forma correcta.
   Y por Dios, aquí se presenta un verdadero antagonista, porque en toda la saga sólo hemos tenido a Vilgefortz como un verdadero antagonista y eso que su participación es bastante corta, todos los demás han sido enemigos menores que no brindan de ninguna sensación de miedo al lector porque sabemos que son más que secundarios, sólo basta con leer para darte cuenta, pero aquí aparece Leo Bonhart, maestro de la espada. No puedo revelar lo mucho que hace Bonhart en este libro y el impacto que tendrá el personaje en la vida de Ciri, pero Bonhart es definitivamente uno de los mejores personajes de toda la novela. Su personalidad es pintoresca, pero no demasiado, aún sigue siendo un personaje oscuro, bastante serio que refleja es manera de ser el mundo en el cual viven, adaptándose a las leyes de la supervivencia del más fuerte, incluso sus motivaciones reflejan más cómo es el personaje ya que todo lo que está buscando es retirarse. Bonhart ha vivido como cazador de recompensas desde hace ya años, muchos años, siempre ha sido su trabajo y lo cumple con profesionalidad y satisfacción, pero como todo trabajo, es tiempo de pensar en el retiro. Es a esto que me refiero con que Bonhart refleja la manera de ser de este mundo, donde todo se comercializa y se acepta, incluso matar es aceptado como otra forma de trabajo, además de que esto nos indica de que Leo ha tenido que superar quien sabe cuantos retos de vida o muerte y siempre ha salido victorioso, obviamente el personaje tiene la confianza de que esto es otra misión de la cual saldrá beneficiado, por eso no tiene ningún miedo de arriesgarse con Ciri y hasta obsesionarse con ella, porque el estilo de esgrima de la muchacha le ha llamado demasiado la atención. ¿Puede que busqué un aprendiz en Ciri?, ¿un digno rival? La verdad es que nadie lo sabe. Las motivaciones de Leo Bonhart son un misterio, el personaje es muy difícil de leer, sólo sabemos una sola cosa de él, que es peligroso, en especial para Ciri.
   Este es fácilmente el arco más oscuro de todos, la aventura o tragedia de Ciri, depende de cómo lo veas, será constantemente doloroso para la joven bruja, no sólo físicamente, sino que psicologicamente y sentimentalmente. De nuevo este es un aspecto deconstructivo con respecto al escenario del elegido en las novelas de fantasía; que sí, el elegido siempre se enfrentará a peligros y retos por ser "el elegido", pero aquí esto es tratado más como una maldición, o como yo lo veo, la manera en la cual el destino trata a aquellos que no quieren seguir con sus planes. Además Ciri como protagonista rompe también con otros protocolos, como la inocencia que normalmente tiene el joven protagonista sobre el mundo. Descontando obviamente las partes en las cuales Ciri era una niña, es en este libro donde comienza su verdadero protagonismo, encabezando su propia aventura, y ya Ciri tiene una idea bastante clara de lo cruel que es el mundo, de hecho ella ya forma parte de ese mundo cruel al ahora ser una asesina y ladrona, de nuevo, aspectos muy deconstructivos del arquetipo de protagonista joven destinado a cumplir una leyenda. Por todo esto me encanta Ciri como personaje, tiene una manera de pensar muy de adolescente, de creer que con lo que ha visto del mundo ya es suficiente para dar su veredicto final, actuando como si ya supiera más que aquellos que han visto más y han vivido más, aunque su forma de pensar está justificada por los traumas que vivió, por lo que escucharla hablar o verla actuar no me resulta molesto debido a que esto no es resultado de "poner al protagonista a hacer estupideces por el bien del avance de la trama". Todo lo que hace Ciri está bastante bien justificado o al menos es comprensible. Y sin dar ningún spoiler... tengo que decir que es en este libro donde Ciri lanza uno de sus mejores planes y es impresionante de leer.
   Un elemento característico de la manera de narrar de Sapkowski que sobresale un poco más aquí es el uso del folclore europeo con respectos a criaturas y mitos, desde claras influencias como el Ragnarok, el apocalipsis nórdico donde los dioses caerán, el cual se ve representando en esta novela como Ragh nar Roog, hasta menciones de criaturas no tan conocidas, como la banshee. La diferencia entre estos dos ejemplos es que el Ragh nar Roog es una nueva interpretación del mito nórdico en la novela, parecido a cómo Sapkowski re imagina a la Cacería Salvaje en su novela, pero la banshee es mencionada sin ningún tipo de introducción o explicación, simplemente menciona el llanto de la banshee para establecer mejor el peligro de una escena, pero nunca explica qué es ese llanto o la criatura que lo realiza. Esto ocurre seguido en más de una ocasión con palabras provenientes de mitos que los personajes utilizan en la novela de tal forma que es como que el libro asumiera que tú ya conoces dichos mitos, por lo que sino los conoces, puede que alguna que otra frase o escena pierda un tanto de significado. Esto es algo presente desde el primer libro que me he olvidado de mencionar, porque fue de hecho en mi segunda lectura de toda esta saga dónde finalmente fui capaz de comprender todo lo que ha escrito, porque recuerdo que cuando leí sobre la banshee de este libro, no había entendido de qué estaba hablando, honestamente estaba confundido de que era esta “banshee”.
   De cualquier forma, si bien el libro puede presentarse pesado por la cantidad de mitos los cuales debes conocer para disfrutarlo al 100%, yo sigo recomendandolo, porque incluso sino entiendes todo, la historia de los personajes en este mundo sigue siendo bastante clara. Este, como ya había dicho, es definitivamente mi libro preferido de la serie, quedando sólo el último libro dividido en dos partes. Bueno, espero que hayan disfrutado de esta reseña, apenas termine de releer el último libro les daré mi opinión del final de esta saga.